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VIOLETA PARRA 1917-1967 CHILE
Violeta Parra no era la Vírgen de los Campos como muchos se han empeñado
en mostrar, era una mujer dura, violenta, irascible y apasionada hasta los
extremos, que sufría una profunda depresión. Decepcionada con la familia, las
instituciones, los hombres e incluso su público, endeudada y fracasada terminó
con la vida de un certero tiro en la sien antes de salir a actuar en la carpa
que fue finalmente su tumba.
En el año 1965 Violeta inauguró La Carpa de la Reina, una gran lona de
cuatro hectáreas en forma de triángulo en un espacio cedido por el Ayuntamiento
de Santiago. De día, se impartirían talleres de guitarra, pintura y artesanía.
Y de noche, la carpa se transformaría en una peña. Violeta junto con su hija,
dormían sólo a unos metros de la carpa, en una casilla de adobe, pero lo que le
encantaba era pasar la noche junto al fogón del palo central de la carpa
cocinando y repartiendo comida entre los asistentes, mientras artistas folclóricos
actuaban en el gran escenario. La carpa tuvo un gran éxito como una moda
pasajera en verano, pero llegado el invierno se convirtió en un problema, no
había suficiente gente par los cursos, la lluvias convertirían la zona en un
barrizal y el acceso era imposible. Gilbert Favré, su amor, su amante, el
hombre que con sus propias manos empujó el palo mayor de aquel barco de
folclore, no resistió el frío ni la frustración y un día de 1966 partió a
Bolivia donde se casó con otra. Violeta se sentía abandonada, olvidada, vieja y
fracasada, las deudas se acumulaban, el público y las instituciones la dejaban
de lado. Para colmo, una noche el cuidador irrumpió en su habitación y le avisó
que su carpa estaba siendo arrancada por
el viento. La carpa se vino abajo como una señal de lo que vendría. "Al
día siguiente, ella y sus hermanos la levantaron de nuevo, pero quedó chueca.
Violeta ya no tenía la fuerza de antes. Ella se sintió abandonada en ese
momento, no comprendida, fracasada, que no le daban la mano, que no la
acariciaban y que no la ayudaban económicamente las instituciones. Porque
estaba muy endeudada y la presionaban por todos lados para que pagara. Ella se
sintió que el poder y la riqueza le habían dado la espalda. Ese peso termina
por aniquilarla. Además del amor no correspondido de Gilbert. Llevamos nuestras
amistades a la carpa. Había muy poca gente. Hace rato que no estaba entrando
nadie por la lejanía del lugar. Nos convidó a tomarnos el último trago, como
decía ella. Estaba metida en la cama con zapatos y tapada con esas colchas
lindas que hacía ella. Estaba triste, pero la hicimos reír. Pero ella
aparentaba, cantaba, hasta bailó una cueca. Se forzaba, pero la cosa estaba
demasiado mal para ella. Lamentablemente, nadie captó eso y terminó matándose.
la Violeta malhumorada con un carácter de mierda, la Violeta que le pega
guitarrazos a los hombres que no la quieren y la Violeta que atenta contra su
vida” así resume su fin Echeverría
autora de Yo Violeta.
Violeta empezó a preparar su despedida. Grabó el disco Las últimas
composiciones, bonito título premonitorio. El 5 de febrero de 1967 se disparó
un tiro en la sien antes de salir al escenario. Poco antes había escrito
el “himno humanista” Gracias a la Vida que
muchos autores valoran como una despedida sumida en la pena escrita en pasado
ya.
GRACIAS A LA VIDA
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho
Graba noche y día grillos y canarios
Martirios, turbinas, ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él, las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano
Y luz alumbrando la ruta del alma del que estoy amando
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro el bueno tan lejos del malo
Cuando miro el fondo de tus ojos claros
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto
Gracias a la vida, gracias a la vida
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