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Marina IVANOVNA TSVETAYEVA 1892-1941 RUSIA
Esta
biografía resulta tristemente distinta a las demás, ya que la mayoría de las
poetisas descritas se desenvuelven con cierta holgura en un ambiente burgués,
intelectual e incluso adinerado, sin sufrir miserias mundanas más allá de las
tristezas de su imaginación, sin
embargo, la Tsvetayeya , padeció todos
los castigo posibles en la tierra, por
lo que su suicidio parece hasta lógico y liberador dentro de su situación de
pobreza, dolor y maltrato insufribles. Su marido fue fusilado, era tan pobre
que su hija tuvo que ir a un orfanato y murió de hambre allí internada, las
enfermedades se cebaron con la familia, el frío era el amigo diario, jamás
encontró vivienda ni trabajo, sufrió la deasaprobación y persecución oficial y a pesar de ello
consiguió transmitir en su obra calor y valentía. En 1941 Marina, muy
deteriorada, fue evacuada a Tartaristán
muy donde se ahorcó. No parece su personalidad que se desvela en la seguridad y
fuerza de su obra de las que se dejan vencer, pero fue más de lo que cualquiera
hubiera soportado. Hasta hace poco no
se ha rehabilitado en Rusia su obra
completa.
A MI HIJA
Algún día, criatura encantadora,
para ti seré sólo un recuerdo,
perdido allá, en tus ojos azules,
en la lejanía de tu memoria.
Olvidarás mi perfil aguileño,
y mi frente entre nubes de humo,
y mi eterna risa que a todos engaña,
y una centena de anillos de plata
en mi mano; el altillo-camarote,
mis papeles en divino desorden,
por la desgracia alzados, en el año terrible;
tú eras pequeña y yo era joven.
Algún día, criatura encantadora,
para ti seré sólo un recuerdo,
perdido allá, en tus ojos azules,
en la lejanía de tu memoria.
Olvidarás mi perfil aguileño,
y mi frente entre nubes de humo,
y mi eterna risa que a todos engaña,
y una centena de anillos de plata
en mi mano; el altillo-camarote,
mis papeles en divino desorden,
por la desgracia alzados, en el año terrible;
tú eras pequeña y yo era joven.
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