FRÍA AGUILAR. ETERNAS EN LA VIDA DE OTROS

La creatividad en el corazón femenino ha sido la prisionera eterna de la evolución de la sociedad. Mujeres atrapadas en las camisas de fuerza de los designios de hombres divinizados por la divinidad masculina, madres que quisieron ser amantes, artistas que buscaron en la locura el camino para evitar su invisibilidad, muerte elegida como camino para la eternalización en territorios emocionales que no pudieron compartir en su experiencia vital. José María Fuentes-Pila

miércoles, 6 de noviembre de 2013

ALFONSINA STORNI


ALFONSINA STORNI  1892-1938 ARGENTINA


La espera de la muerte rondó siempre la mente de Alfonsina Stormi que sufrió la enfermedad del cáncer de mama durante gran parte de su vida y fue acompañada por el miedo constante y varias operaciones y tratamientos que la empujaron hacia la depresión. Algunos autores añaden que sufrió siempre paranoia y ataques de nervios. Le fue amputado un pecho, sufría dolores agudos que trataba con morfina y padecía neurastenia. En algún momento deja de esperar y decide ser ella quien pondrá fecha a su final, sabemos que lo intentó en otra ocasión anterior pero una persona la reconoció y se acercó a hablarle, también  había acordado morir junto con el escritor  Leopoldo Lugones, amigo íntimo que se envenenó en 1937, finalmente no lo hizo… en otra ocasión decidió comprar un revolver y no se lo vendieron por ser mujer, hasta que, como dice la canción ALFONSINA Y EL MAR, se adentró en el agua dejándose arrastrar lentamente por la resaca y las olas, no fue exactamente así.




Alfonsina tenía planeado todo desde hacía meses.  El 25 de octubre de 1938, en el Mar de Plata,  escribe una temblorosa nota en rojo “me arrojo al mar”, ya había dejado además una carta de despedida para el periódico La Nación, y sale a la una de la mañana del hotel sin que nadie la viera, llegando hasta la escollera de 200 m del Club Argentino de Mujeres. Encontraron uno de sus zapatos entre los hierros que debió de quedar enganchado al saltar. El cadáver se encontró al día siguiente en la orilla. El romanticismo de este fin, junto con la explicación del desamor leído entre líneas en sus poemas, parece que sufría también el abandono de un hombre amado,  hizo lo demás y se la considera en la actualidad, aun con detractores,  una de las mejores poetisas del feminismo.



VOY A DORMIR

Poema de despedida que Alfonsina envía al periódico La Nación:



Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes,
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides. Gracias... Ah, un encargo,
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...






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