ANNE SEXTON 1928 – 1974 EEUU
Sexton ofrece al lector una visión íntima de la angustia emocional que
caracterizó su vida. Anne convirtió la experiencia de ser mujer en el tema
central en su poesía, es la figura moderna del poeta confesionalista, a pesar
de que soportó críticas por tratar asuntos tales como la menstruación, el aborto y la drogadicción.
Se suicidó en 1974 inhalando
monóxido de carbono. Su cuerpo se halla en el cementerio-crematorio de Forest
Hills, a las afueras de Boston. 48. Anne Sexton enciende el motor del
coche en el garaje y muere por inhalación de anhídrido carbónico.
En Weston, el
4 de octubre de 1974: …y un poco de este anhídrido carbónico / que bien
dosificado te hace dormir tranquila para no despertar de nuevo / al tedio de
los días.
Sexton fue una mujer reconocida y premiada en su tiempo, becada para
escribir sus libros, profesora titular en la Universidad de Boston, ganadora
del Pulitzer y luego jurado del prestigioso premio… Su poesía confesional la
convirtió en una de las escritoras más famosas de su país. Para quien no la
conozca son muy recomendables los vídeos en los que aparece en su casa en 1966.
Cuando Sexton recita Menstruación a los 40 años tiemblan los relamidos jardines
del sueño americano.
Delgada y alta como una modelo, teatral, con sus ojos azules y su pelo
negro, su voz de fumadora se pega a la piel como el sudor en verano. Su amiga
la escritora Maxine Kumin relata que al conocerla en un taller de poesía le
llamaron la atención las pulseras, los tacones y el perfume francés. Su poesía
se regodeaba en los tabúes del cuerpo femenino y ella, siempre intensa, no
dejaba indiferente a nadie.
El tema de la muerte es un tema poético, pero los
suicidas escriben de su propia muerte. Anne Sexton dice, “La muerte correcta
está escrita. Calmaré la necesidad”. Se suicida con el motor de su automóvil.
Escoge su muerte correcta y escribe, “Morir es un arte, como todo / Yo lo hago
excepcionalmente bien”.
El suicida piensa en su propia muerte, Anne Sexton en
el poema “Deseando morir” dice:
Pero los suicidas poseen un lenguaje especial.
Al igual que los carpinteros, quieren saber con qué herramientas. Nacidos sin
vida, no siempre mueren. La muerte es un hueso triste, lleno de golpes... ella
me espera, año tras año, para reparar delicadamente una vieja herida / para
liberar mi aliento de su dañina prisión. Algo sin decir, el teléfono descolgado
/ y el amor, cualquiera que haya sido, una infección.
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